7 de julio de 2025 8:00 pm

La IA en el aula. Sistema PLICA: Experiencia del Colegio Don Pedro Oroz de Movera

En el Colegio Don Pedro Oroz de Movera, en Zaragoza, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta fundamental en el proceso educativo, tanto para los docentes como para los estudiantes. Francho Lafuente, maestro de Pedagogía Terapéutica y Educación Primaria, compartió la experiencia del centro en la sesión «Give Me Five» de Tech Love Aragón 2024. Lafuente enfatizó la importancia de aprender a manejar la IA y cómo esta tecnología está cambiando el día a día en el aula.

La IA en el aula. Sistema PLICA

El uso de la IA se ha convertido en un eje transversal en el proceso educativo, y no solo se limita al ámbito de la tecnología. El uso de la IA en el aula en el Colegio Don Pedro Oroz se está promoviendo un cambio cultural sobre cómo los docentes y los estudiantes interactúan con el conocimiento, facilitando una integración más natural y efectiva de la tecnología en las dinámicas educativas. «Es una herramienta que ha venido para quedarse», afirmó Lafuente, destacando la necesidad de formar a los estudiantes en su uso, ya que dominarla será fundamental para su futuro tanto personal como profesional. La IA es vista como un recurso que no solo apoya el aprendizaje, sino que también prepara a los alumnos para los retos del siglo XXI, donde las competencias digitales son esenciales para desenvolverse en un mundo cada vez más tecnologizado.

El impacto de la IA en el aula va más allá de lo que se pueda percibir a simple vista, ofreciendo nuevas oportunidades de personalización y mejora de los procesos de enseñanza. No solo se trata de una herramienta que mejora los resultados académicos, sino que también fomenta una cultura de aprendizaje continuo e innovación. Los docentes han encontrado en la IA un aliado para incentivar la curiosidad de los estudiantes, ayudándoles a desarrollar competencias que serán cruciales en su futuro profesional. Además, la incorporación de la IA ha abierto un espacio de reflexión sobre las metodologías de enseñanza, invitando a los educadores a replantearse el papel de la tecnología en la formación de los estudiantes y cómo puede mejorar la calidad educativa.

El método PLICA: Promoviendo un uso crítico y seguro de la IA

Uno de los aspectos más innovadores del proyecto del Colegio de Movera es el desarrollo del método PLICA, que organiza el trabajo con la IA en el aula de forma estructurada y segura, garantizando un enfoque crítico y reflexivo sobre el uso de estas tecnologías. PLICA es un acrónimo que describe los pasos que los estudiantes siguen al utilizar la IA: Pregunta, Leer, Indagar, Contrastar y Aplicar. Este enfoque enseña a los alumnos a hacer preguntas críticas, investigar y contrastar la información, promoviendo habilidades de pensamiento crítico y evitando la aceptación pasiva de las respuestas generadas por la IA.

La ciberseguridad es otro pilar importante en la formación del alumnado, y es lo primero que se trabaja antes de introducir herramientas de IA. Los estudiantes aprenden a identificar posibles riesgos y a manejar sus datos de forma segura, entendiendo los peligros que conlleva el mal uso de la información personal. Lafuente subrayó la importancia de enseñar a los estudiantes a trabajar de forma segura en internet y a entender los sesgos que la IA puede tener, ya sean raciales, de género o de edad. «La inteligencia artificial no es infalible», recordó, insistiendo en la importancia de enseñarles a contrastar las respuestas generadas.

Este método no solo favorece el aprendizaje seguro, sino que también fomenta la responsabilidad digital entre los alumnos. La capacidad de cuestionar y analizar la información proporcionada por la IA es esencial para formar usuarios críticos que no se dejen llevar por las respuestas fáciles o erróneas que puedan surgir de los algoritmos. De esta forma, se les prepara para ser ciudadanos conscientes de los beneficios y limitaciones de las nuevas tecnologías. Además, el método PLICA permite a los estudiantes desarrollar una serie de competencias esenciales para la vida en sociedad, como la capacidad de investigar, la resiliencia ante los errores y la habilidad de tomar decisiones informadas. Estas competencias no solo son fundamentales en el ámbito académico, sino también en el entorno laboral y personal, ya que promueven la autonomía y el pensamiento crítico.

Enseñar a los estudiantes a cuestionar las respuestas generadas por la IA fomenta una actitud crítica que puede trasladarse a otros aspectos de sus vidas. En un mundo donde la información está disponible de manera inmediata, aprender a filtrar y evaluar la veracidad de los datos se convierte en una habilidad invaluable. Los docentes del Colegio de Movera se han comprometido a enseñar a los estudiantes a ser responsables en su uso de la tecnología, proporcionándoles herramientas para que puedan identificar noticias falsas, desinformación y contenido sesgado, con el objetivo de convertirlos en usuarios responsables y conscientes del entorno digital.

Aprendizaje activo a través de la IA

El uso de la IA en el aula en el Colegio Don Pedro Oroz se aplica a diferentes áreas del currículo, promoviendo un aprendizaje activo y personalizado que permite a los estudiantes involucrarse más profundamente en los contenidos y actividades. En Ciencias Sociales, por ejemplo, los estudiantes realizan entrevistas a personajes históricos, como Marco Polo, Napoleón o Francisco de Goya, utilizando la IA para responder a sus preguntas. Esta actividad fomenta un aprendizaje significativo, ya que permite a los estudiantes explorar los temas de acuerdo con sus propios intereses, más allá de lo que podría ofrecerles un texto. Los alumnos se sienten motivados al poder plantear sus propias preguntas y recibir respuestas que les conecten de una manera más cercana con la historia.

En Lengua, se trabaja la descripción a través de un enfoque interactivo: los alumnos describen a sus compañeros y luego usan herramientas de IA para generar imágenes que reflejen esas descripciones, lo que convierte el aprendizaje en una experiencia lúdica y visual. Esta actividad no solo fortalece las habilidades descriptivas y comunicativas, sino que también fomenta la creatividad y la capacidad de observación. Además, los estudiantes utilizan la IA para crear concursos de preguntas y respuestas sobre los contenidos trabajados en clase, fomentando la competencia y la revisión de los conocimientos adquiridos. Al gamificar el proceso de evaluación, los alumnos se implican más en el estudio de los contenidos, lo que mejora su retención y comprensión.

Otra forma en la que la IA apoya el aprendizaje es mediante la creación de simulaciones y actividades interactivas que permiten a los estudiantes explorar situaciones complejas de manera virtual. Por ejemplo, en Ciencias Naturales, pueden simular el ciclo del agua o el comportamiento de los ecosistemas, facilitando la comprensión de conceptos que de otro modo serían difíciles de visualizar. Este tipo de herramientas permite a los estudiantes aprender de forma activa y significativa, involucrándose plenamente en su proceso educativo. La posibilidad de simular fenómenos naturales y realizar experimentos de manera virtual hace que el aprendizaje sea más atractivo y accesible para todos los estudiantes, independientemente de sus recursos o limitaciones.

La integración de la IA también ha llevado al desarrollo de proyectos colaborativos en los que los estudiantes trabajan en equipo para resolver problemas complejos. Estos proyectos fomentan habilidades como la colaboración, la comunicación efectiva y el pensamiento crítico. Un ejemplo de ello es el uso de la IA para desarrollar soluciones a problemas medioambientales, donde los alumnos investigan y proponen acciones para reducir el impacto ambiental en su comunidad. Al trabajar en estos proyectos, los estudiantes no solo adquieren conocimientos científicos, sino que también desarrollan un sentido de responsabilidad hacia su entorno y aprenden la importancia de actuar colectivamente para lograr un cambio positivo.

Beneficios para el profesorado

La IA en el aula también está ayudando al profesorado a reducir la carga burocrática, permitiendo dedicar más tiempo a la enseñanza y la planificación educativa, mejorando así la eficiencia de los procesos internos del centro. Lafuente señaló cómo la IA les apoya en la redacción de programaciones, proyectos educativos y la Programación General Anual (PGA). Gracias a las capacidades de automatización de la IA, los docentes pueden elaborar estos documentos de forma más eficiente, garantizando que cumplen con los estándares establecidos y dedicando menos tiempo a las tareas administrativas.

Además, la IA permite crear contenido único para el alumnado, adaptado a las necesidades de cada grupo o incluso de cada alumno, lo que hace posible una atención más personalizada. Esto es especialmente valioso en contextos donde la diversidad del aula exige estrategias diferenciadas para atender a cada estudiante. Por ejemplo, un alumno con dificultades de aprendizaje puede recibir recursos adaptados a su ritmo y nivel, mientras que un alumno con altas capacidades puede ser desafiado con actividades más complejas que estimulen su curiosidad y creatividad.

Aunque reconoce que existen críticas hacia la IA, Lafuente considera que muchas de ellas se deben al desconocimiento. «La IA ha venido para echarnos una mano, no para otra cosa», afirmó, insistiendo en la importancia de la formación para aprovechar al máximo su potencial. Muchos docentes sienten cierto recelo hacia estas tecnologías porque desconocen cómo utilizarlas o tienen miedo de que sustituyan su papel. Sin embargo, el enfoque del Colegio de Movera muestra cómo la IA puede ser un complemento que empodera a los maestros, en lugar de reemplazarlos. Los docentes pueden centrarse más en el acompañamiento personalizado y el desarrollo de las competencias clave de sus alumnos, dejando las tareas repetitivas en manos de la tecnología.

La IA también está ayudando a los docentes a mejorar sus habilidades pedagógicas. Al utilizar herramientas de análisis de datos impulsadas por IA, los maestros pueden identificar patrones en el rendimiento de los estudiantes, lo que les permite ajustar sus estrategias de enseñanza para satisfacer mejor las necesidades de cada alumno. Este enfoque basado en datos permite una enseñanza más eficaz y una intervención temprana cuando un estudiante está teniendo dificultades. Además, la IA facilita la colaboración entre docentes, permitiendo compartir recursos y buenas prácticas de manera más eficiente, creando una comunidad de aprendizaje entre el personal educativo que contribuye a la mejora continua de la calidad de la enseñanza.

El reto de centrarse en el proceso de aprendizaje

Para Francho Lafuente, uno de los mayores retos de la educación actual es utilizar la IA en el aula para dejar de centrarse tanto en el producto final y dar más importancia al proceso de aprendizaje, fomentando una comprensión más profunda y habilidades transversales en los estudiantes. Con la inteligencia artificial, los estudiantes pueden investigar, indagar y aprender a través del ensayo y error, lo que permite un aprendizaje más profundo y significativo. «Los contenidos están ya a golpe de clic», señaló, destacando la importancia de centrarse en el desarrollo de competencias como el pensamiento crítico y la creatividad, habilidades fundamentales en el mundo digital actual.

El uso de la IA facilita el aprendizaje basado en proyectos, donde lo importante no es solo el resultado final, sino cómo los estudiantes llegan a ese resultado. Al utilizar la IA para buscar información, los estudiantes se enfrentan a la necesidad de validar y contrastar esa información, desarrollando así habilidades investigativas y críticas. Esta metodología fomenta un aprendizaje más autónomo, donde el alumno es el protagonista de su proceso y el docente actúa como facilitador, guiando y apoyando cuando es necesario.

La integración de la IA también contribuye a cambiar la dinámica del aula, haciendo que el aprendizaje sea más participativo y menos centrado en el profesor. Los estudiantes tienen la oportunidad de explorar sus propias preguntas y descubrir el conocimiento por sí mismos, lo que les motiva y les hace sentirse más comprometidos con su educación. Este cambio de enfoque hacia un aprendizaje más centrado en el estudiante permite desarrollar habilidades como la autonomía, la toma de decisiones y la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones, todas ellas cruciales para enfrentar los desafíos del mundo actual.

En definitiva, la experiencia del Colegio Don Pedro Oroz de Movera demuestra cómo la IA en el aula puede ser una aliada valiosa, no solo para enriquecer el aprendizaje de los estudiantes, sino también para aliviar la carga de trabajo del profesorado y fomentar un enfoque más crítico y reflexivo hacia el aprendizaje. La IA en el aula facilita la creación de un entorno educativo adaptativo y dinámico, donde tanto docentes como alumnos se benefician de las posibilidades que ofrece esta tecnología. La IA no es solo una herramienta más; es una puerta abierta a nuevas formas de enseñar y aprender, siempre que se utilice con sentido crítico y responsabilidad.

La inclusión de la IA en el proceso educativo también ayuda a preparar a los estudiantes para un mundo donde estas herramientas serán cada vez más comunes. Al aprender a utilizar la IA de manera responsable, los estudiantes no solo adquieren conocimientos académicos, sino también habilidades para la vida que les permitirán adaptarse a un entorno laboral y social en constante cambio. Aprender a colaborar con la IA, aprovechar sus capacidades y ser conscientes de sus limitaciones son competencias esenciales para los ciudadanos del futuro.

¿Qué opinas de estas iniciativas? ¿Crees que la IA podría tener un impacto similar en otros centros educativos? Nos encantaría escuchar tus ideas y experiencias.

By Maixua

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